Escribo esta carta para desquitar mi enojo y despedirte. Yo te defendí ante mis amigos cuando todos se burlaban de tu simplicidad del sistema operativo, yo te decía cariñosamente que eras objetivo. Hablé maravillas de su servidor propio y presumí ante mis amigos tener señal cuando ellos no tenían. Te exhibía contando los segundos, que nunca eran más de 4, para ver cuanto tardaba en entrar un mail enviado desde la compu. Te llevé a todos lados, te cuidé, te mimé. Y como me retribuís? Mostrándome que sos como todos los demás… Todos con su “obsolescencia programada”. Tenías solo 1 año y 4 meses de vida. Me enamoré y confié en ti aunque no tuvieras Servicio Técnico Autorizado en la Argentina. Tuvimos un problema al principio, pero estabas en garantía y se solucionó. Ahora me venís con ese mismo problema. Tus teclas se vuelven locas, no quieren más a mis dedos y muestran en pantalla cualquier cosa. Ya no podemos seguir juntos, te di mi confianza y me traicionaste. Adiós, Blackberry, me compraré el primer Android que se me cruce por delante.
-
Posts recentes
Comentários
Jime Nahar em No meio da pedra tinha um… Maitê em No meio da pedra tinha um… Tainá em Diálogo Poético – Jime e… tainá em No meio da pedra tinha um… Emmanuel Carvalho em No meio da pedra tinha um… Arquivos
Categorias
Meta